Bajo el título «Bienvenido a casa» la empresa inmobiliaria Solvia convocó concurso para reflexionar sobre el futuro de la edificación residencial colectiva. Para ello se propuso a los concursantes la presentación de propuestas sin ningún tipo de condicionante. Tanto es así que ni tan siquiera propusieron un solar, algo quizás extraño en un concurso de arquitectura.
La propuesta está basada en un edificio con tres núcleos de escaleras. Una central y dos similares para los laterales. La propuesta puede crecer, por tanto, repitiendo el conjunto central e incorporando los laterales como remate del edificio.
Se incorpora al proyecto unos patios internos para la perfecta ventilación de los espacios de servicios. El resto de espacios ventilan al exterior del edificio. Los patios también sirven como ventilación y refrigeración de las viviendas.
La construcción está pensada en forma modular, por lo que se podrían llevar las piezas de la estructura desmontada a la obra y montarlas en el mismo solar para posteriormente alzarlas a la planta correspondiente donde serían atornilladas al resto del edificio. También sería posible llevar los módulos ya montados desde el taller y alzarlos en obra, si las condiciones de transporte lo permitiesen.
